- Área: 647 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Adrià Goula
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La observación inicial del solar y de su entorno llevó a considerar, que el futuro edificio no tenía que resolver sólo un programa y unas necesidades de un edificio aislado, sino que tenía que ayudar a consolidar el tejido urbano más cercano, a la vez que crear una entrada al municipio con personalidad y carácter público propios.
La implantación volumétrica del edificio propone los siguientes conceptos:
· Dar acceso al edificio desde la calle Raval de Montblanc, abriendo parte del muro de contención preexistente.
· Convertir el muro de contención preexistente en el zócalo del edificio.
· Implantar el edificio sobre este zócalo, abriendo a las tres calles que rodean el emplazamiento y también abriéndolo a la parte del solar que es una plaza / zona verde pública.
· Crear un núcleo de acceso y de comunicaciones común que sirva para los dos equipamientos que forman parte del edificio: el Centro de día y el Hogar de Ancianos.
· Llenar el espacio del solar con un edificio que aporte un patio interior para cada uno de los dos equipamientos públicos.
· Ser un edificio que sea identificado por los usuarios como la silueta que da carácter a la entrada del municipio; con la voluntad de que se perciba que su implantación se ha hecho de manera respetuosa con el resto de edificaciones que forman parte del núcleo urbano y con la historia y personalidad del municipio.
· El Hogar de Ancianos dirige su espacio principal hacia el paisaje próximo y lejano que lo rodea, con la voluntad de que las personas mayores que aún no precisan asistencia en su día a día utilicen los espacios de este equipamiento de forma activa .
· El Centro de día dirige su espacio principal a un patio interior de mayor dimensión. Con la voluntad de que las personas que precisan de una asistencia diaria, dispongan de unos espacios de carácter más privado, no tan abiertos al exterior y más pensados para el recogimiento y para un día a día de actividad más pausada.
Los materiales de construcción utilizados en el exterior responden a la voluntad de que no precisen un mantenimiento continuado. La posible percepción del hormigón visto como un material frío, se equilibra con los acabados cálidos que aportan la madera, el acero corten y la piedra que reviste el zócalo del muro (utilizada en varios lugares del mismo municipio y propia de la zona) y con las áreas de vegetación proyectadas.
En cuanto a los acabados interiores, estos pretenden aportar a los usuarios la calidez necesaria para que disfruten de un edificio concebido para hacer más confortable la última etapa de su vida.